En La Ciudadela, no son pocos los que ansían que 2017 sea el año de la consolidación de César Abregú. Es que el volante central demostró que tiene todos los argumentos para que este año pueda dar el gran salto futbolístico en su carrera. En los amistosos que jugó, primero en Perico y luego en el complejo “Natalio Mirkin”, el muchacho de Ohuanta mantuvo el lugar que supo ganarse durante la parte final de 2016.
- A pesar de que llegaron refuerzos de calidad, lograste que Diego Cagna te mantenga en el equipo...
- Es una enorme satisfacción que el técnico siga confiando en mí. A esto lo tomó como un incentivo para seguir esforzándome y creciendo en mi juego. Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para no defraudar a quienes confían en mí.
- ¿Es una ventaja que por su pasado futbolístico, el técnico conozca el puesto?
- En cierto modo sí, porque conoce todo lo que me puede pedir que realice dentro del campo de juego. Lo bueno es que tanto Diego, como Mariano Pasini y “Luli” Ríos, están constantemente dándome consejos. Como quiero aprender cada día más, siempre los escucho.
- ¿Las llegadas de Galeano y Gracián que le darán al equipo?
- Son jugadores de muy buen manejo y panorama. Lo que noté en los amistosos que tuve la suerte de jugar junto a ellos, es que son futbolistas que te garantizan una mayor tenencia del balón. Es natural que por esto que digo, el equipo haya crecido en su juego. En lo personal, voy a tratar de sacar el mayor provecho de tenerlos jugando a mi lado.
- ¿Qué esperas para 2017?
-Que sean tan bueno como 2016. Es que todavía me cuesta creer todas las hermosas sensaciones que vivimos el año pasado. En lo personal, quiero seguir creciendo porque todavía tengo muchas cosas por aprender y esto lo voy a conseguir sumando minutos de juego.
- ¿Tenes otro sueño por cumplir?
- Sí. poder jugar junto con mi hermano Gustavo en la B Nacional, como ya lo hicimos en el equipo liguista. No pierdo la esperanza que esto se concrete pronto, más teniendo en cuenta que en los amistosos lo tuvieron muy en cuenta. Eso sería una hermosa alegría que haría tan feliz a toda la familia, que es fanática de San Martín.
- Te veo muy unido a Gustavo.
- Sí, vamos juntos a las prácticas. Somos de conversar mucho, sobre todo cuando regresamos a casa. Lo bueno es que cada uno escucha al otro, porque sabe que si hacemos una crítica, lo hacemos para que uno pueda progresar en el juego. Además, cuando nos juntamos en familia, el tema excluyente es el sueño de vernos jugar juntos, en la B Nacional, como ya lo hicimos en la Copa Argentina.